Siempre quiero volver a donde he sido feliz, quiero acomodar esos lugares en hilera, irme de viaje sin prisa hacia ellos, materializarlos en forma de países y ser una turista perdida sabiendo que mi piel es un mapa, confiar en la memoria corporal, sin presión, solo mi cuerpo y una ciudad llena de todos los lugares donde he sido feliz.
Que las calles sean fases lunares, guiarme con los cuartos menguantes, las lunas llenas y nuevas. Mirar al cielo y no extrañar a nadie porque todos están en alguna parte, solo es cuestión de encontrarlos. Una utopía construida sobre los cimientos de mi memoria, en donde nada duele solo sucede.
Luna nueva. Una casa pintada de verde olivo, un columpio indestructible, los brazos de mi papá en los que mi cuerpo sigue cabiendo, las historias de mamá antes de dormir, la llegada de mi hermano, una bici con rueditas, piñatas en forma de monster highs, desayunos en la cama los domingos, el primer día de escuela después de verano, el olor a útiles nuevos, los libros que aún no entiendo pero leo, las pijamadas en casa de P, los recreos en la escuela en donde di mi primer beso, el halloween en el que mi papá se disfrazo de bettlejuice y yo de lydia, el pastel de cumpleaños #10, el mar y nuestro reencuentro, el primer amor, los besos de mamá y papá antes de dormir ¿Frida este año de que será tu fiesta?
Luna creciente. Un parque sin juegos, el lago con las lagrimas del primer corazón roto, las rodillas raspadas de cuando aprendí a andar en bici, el coche azul donde pasaban por mí, el clóset de mis disfraces ya empolvados, los árboles de navidad marchitos, todas las bocas que he besado, los libros que he perdido, las pulseras de amistad rotas, el paso del tiempo en las arrugas de mi papá que no veré, los pasillos del super ¿en cuántos pasillos he sido feliz?
Cuarto creciente. El aeropuerto de Madrid, el coche alquilado, el DVD con las películas de crepúsculo, el cumpleaños #16, la primera vez que escuche blank space, mi primer diario, el regalo que nunca logré dar, la mirada compasiva de mi mamá después de llegar rota por un amor imposible, las risas entre clases, la pista de patinaje los viernes, la mesa de plástico a lado de la alberca comiendo pizza de Little Caesars, la camioneta de la mamá de A, la primera fiesta que organicé con mis amigas, el primer poema que escribí ¿cuántas veces la escritura fue la solución?
Gibosa creciente. El airbnb del viaje a San Miguel, el alcohol adulterado, la primera vez que les mentí a mis papas, la última vez que vi a mi papá, los poemas de Cristina Peri Rossi, Sylvia Plath y Alejandra Pizarnik, el salón en donde me enamoré de la filosofía, el cuarto en donde escribí mi primer ensayo, los cigarros enterrados en la maceta de afuera, el libramiento sur poniente y bernardo Quintana a las 2:00 de la madrugada, las risas entre besos, las canciones en mi diario, Bohemian Rhapsody en mis audífonos de cable a mitad de clase de física, el último examen de matemáticas ¿Cuándo dejaré de dar explicaciones en forma de poemas?
Luna llena. La casa de un extraño y el último beso. ¿No era esto lo que querías?
Luna gibosa menguante. Un teatro con butacas de mi primera vez en el escenario, una playa con la fogata a punto de acabar, cuatrocientos besos dados, las botas negras, las tazas vacías, el vino medio abierto, las uñas azules recién pintadas, la reconciliación después de la ultima pelea, el cajón prestado en la casa de mi mejor amiga, el hotel y la pelea de almohadas, la arena en mi cabello, el café con la primera y última cita, el primer día de universidad, la fiesta en casa de S, cuando lloré por primera vez con un poema, la primera vez que me escribieron una carta, las escaleras llenas de besos ¿Cuánto dura un para siempre?
Cuarto menguante. La librería en crudo, la mesa azul donde escribí poemas y abracé mi compañía sin juzgarla, el verano en el que escribí un poemario, las risas sobre pelos de gato, las noches de karaoke, puerto en agosto con sus ciento y algo escalones hacia la playa, las noches con luna llena, las noches con lluvia mientras nos besábamos, el concierto de 4hrs con glitter en mi cara, el barco y el atardecer, la ventana con vista al patio de mi infancia, la comida hecha para mí ¿Por que la especificidad es tan nostálgica?
Luna menguante. Mi reflejo. ¿Frida, estás lista?
Volvemos a donde fuimos felices porque la memoria poeta y traicionera, solo le interesa contar su versión, no le interesa recabar ruinas, ni fósiles, solo fotografías de momentos predilectos que podamos recordar un domingo lluvioso en medio del verano.
Volvemos a donde fuimos felices sabiendo que a pesar del intento, el tiempo no retrocede, arruinamos el recuerdo, anhelando simplemente eso. volver a sentir.
Vuelvo a donde he sido feliz para enmarcar los detalles, vencer al olvido y pedirle ¿por favor, podría quedarme con este, solo con este?
-Frida Safont
me encanta <3